Es una ilustración clásica de la sensación de poder personal o de impotencia para influir en nuestra realidad.
Si extraemos de todo lo que existe en este Mundo aquello que nos afecta en algún grado, obtenemos nuestra zona de preocupación . Fuera de este círculo quedan las cosas que nos son indiferentes. En la zona de influencia se encuentra aquello que depende de alguna forma de nosotros. Allí podemos crear, provocar o influir en lo que ocurre: nos vemos actores. Fuera del círculo de influencia nos sentimos víctimas de los acontecimientos - no dependen de nosotros.
Algunos tienen un círculo de influencia muy pequeño y una gran zona de preocupación. Su experiencia del mundo es de fatalismo, impotencia o simple contemplación pasiva. Otros se sienten maestros de su propio destino y constantemente amplían su círculo de influencia.
El punto clave de este modelo está en que la zona de influencia no es fija. Se expande o se contrae según nuestra percepción y especialmente según dónde nos enfocamos . Si tratamos de explicar porqué no se puede cambiar algo, encontraremos buenas razones y nuestro círculo de influencia se contrae. Si buscamos maneras de influir en las cosas, tarde o temprano encontraremos pistas y soluciones: nuestro círculo de influencia se expande.
"La gente siempre justifica los hechos a través de sus circunstancias. La gente que se maneja bien en este mundo es la que va y busca las circunstancias que quiere, y si no las encuentra, las crea.
"George Bernard Shaw"
Es el enfoque que distingue la sensación de victima de la del actor. Por eso uno de los 3 pilares de nuestro trabajo es la focalización. |