Sabemos adaptarnos a la cultura de un país, una organización o un equipo, siempre cuando compartamos unos valores fundamentales. Por eso nos parece esencial conocer los valores de nuestros clientes y comunicar los nuestros.
Al principio está el individuo
- La toma de conciencia individual es la base de la evolución colectiva.
- Cada persona es responsable de su propio desarrollo: no se puede forzar, sólo facilitar e inspirar.
- El fondo de todo ser humano es positivo : nuestra tarea es hallar este punto de convergencia.
- El poder de la autenticidad : el liderazgo más efectivo es expresar quienes somos y así inspirar a otros.
La fuerza del equipo
- La diversidad hace la fuerza: el reto de un grupo no sólo consiste en reconocer sus diferencias, sino de aprovechar la riqueza de las distintas personalidades, talentos, culturas y maneras de sentir
- La magia del equipo se sustenta en lo emocional (vs. racional): la clave es conectar en lo humano
- Como estrategia a largo plazo preferimos el liderazgo participativo (¡Y sabemos que no es fácil!)
El poder del enfoque
- Creemos en el enorme potencial creativo del ser humano: sólo necesita una dirección.
- Una visión clara moviliza recursos inimaginables a nivel individual y colectivo.
- Es imprescindible divertirse para hacer una buena labor.
Materializar es importante
- Una organización sostenible vive y expresa valores.
- Nuestros esfuerzos de evolución o cambio tienen que materializarse en resultados tangibles: más calidad, satisfacción del cliente externo e interno, éxito, medio ambiente, beneficios económicos,...
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